28 February 2011

Páramo de Santurbán: Perjuicios de la inversión extranjera y la explotación transnacional minera en Colombia

Páramo de Santurbán: Perjuicios de la inversión extranjera y la explotación transnacional minera en Colombia

Domingo 27 de febrero de 2011

Los páramos son ecosistemas terrestres que se ubican por encima de los 2900 msnm con características propias de altiplanicies húmedas, de abundante vegetación y sitio de nacimiento de un significante número de vertientes hídricas.1 El PÁRAMO DE SANTURBÁN ubicado en los departamentos de Santander y Norte de Santander, es el punto de obtención de agua para suministro, uso y consumo de los habitantes en el área metropolitana de Bucaramanga y demás municipios de la región. Actualmente, la empresa multinacional canadiense Greystar Resource Ltda está solicitando al ministerio del ambiente (gobierno nacional) una licencia ambiental, para realizar procesos de exploración y explotación que conduzcan a la extracción de nuestros recursos minerales como oro y plata en este primordial páramo, llevando a cabo el ambicioso proyecto de explotación minera a cielo abierto.

A las empresas multinacionales que invierten en el país -la llamada inversión extranjera-, se les concede un sin número de exenciones y gabelas tributarias (esto es, maniobras para que paguen bajos impuestos, contario a la inmensa cantidad de impuestos que se le imponen al pueblo), creando un grave déficit fiscal en el país. Estos tributos que se le cobran a las transnacionales, llamadas regalías, son ingresos de la nación que van a la hacienda pública; si no fueran irrisorios servirían para invertir en educación, salud, servicios públicos, desarrollo social y solucionar varios problemas sociales. Además, estos no son los únicos problemas que crean la inversión extranjera y la explotación minera de los monopolios, se incluyen los devastadores e irreversibles daños de naturaleza ambiental, social, económica y cultural.

La comunidad de Tlalpujahua, un pueblo de estilo colonial a 160 kilómetros de la capital de México, bien puede ser símbolo de la grandeza ilusoria y los daños reales de la minería en este país. Entre 1905 y 1913 fue una de las mayores productoras de oro del mundo, y en 1959 fue liquidada por el gobierno por su escasa rentabilidad2; la explotación minera a cielo abierto produjo en este territorio grandísimos daños ambientales y sociales, un pueblo desolado y un territorio totalmente desértico.

Las empresas transnacionales no son propiedad pública ni del pueblo, no hay duda que hay un grupo de personas o persona propietario de estas empresas, con intereses personales y propios, que se caracterizan por la ambición y por acumular el mayor numero de utilidades; ellos no miden consecuencia a la hora de desarrollar un proyecto. A las transnacionales capitalistas les importa poco o nada, lo que le pueda pasar a las personas o comunidades que habitan en las inmediaciones del lugar de desarrollo del proyecto minero, lo que suceda en el territorio donde lleva a cabo sus operaciones, y tampoco que puedan contaminar un recurso vital como el agua; ellos vienen del norte, por lo tanto no les perjudicará a corto plazo el daño que produzcan en otro territorio.

Los recursos naturales son necesariamente esenciales para la vida y desarrollo de los seres humanos y la sociedad, si el gobierno concede la licencia minera, no llevaría a reflexionar sobre el verdadero carácter de este.